jueves, 30 de junio de 2011

Mariel y Jeremías

¿Ficción o realidad? Los medios, el público y hasta ustedes que están detrás del monitor se preguntarán cuánto de verdad hay en lo que escribo. Y como dramaturga y actriz sería difícil identificar que porcentaje de mi vida hay en cada una de mis obras. Porque además de todo lo que viví (y vivo) me atraviesan millones de historias que tal vez se escapan en un parlamento de algún personaje.

La verdad es que soy Mariel, la mamá primeriza de Jeremías. La que empezó a escribir sobre temas de mujeres mucho antes de tener un hijo. La que tenía como proyecto escribir una obra sobre maternidad y sin querer llegó antes el bebé que la puesta en escena. Pero la historia de cómo nació ¨Madre Primeriza¨ ya la conocen.

A diferencia de mi personaje, yo no leí ningún libro acerca del embarazo y la crianza, le prohibí a todo el mundo hacerme regalos para el bebé antes de que naciera y no quería más que conectarme con el aquí y ahora porque no sabía cuánto podía durar. Hice mucha terapia para disfrutar mi embarazo sin miedo. Yo perdí a mi hermanito (un ángel que me cuida desde algún lado, estoy segura) cuando tenía 10 años. Yo ví todo lo que pasó en su parto, lo recuerdo con lujo de detalles, olores, sonidos, sensaciones. También recuerdo una sensación en el cuerpo estando solas con mi hermana y mi abuela. Una especie de energía que sentí que se fue. Y horas más tarde papá vino con la noticia. También el papá de Jere perdió a su sobrina siendo muy chiquita en un trágico accidente por el que aún hoy estamos esperando justicia.

Los dos estuvimos 8 meses midiéndonos para no preocuparnos por algo que no tenía porqué pasarnos a nosotros. Pero los fantasmas siempre están.

15 días antes de la fecha de parto una ecografía indicaba que Jere pesaba 1,900kg. y el obstetra nos dijo que podía no estar creciendo bien, así que mejor programar una cesárea para el día siguiente y que crezca afuera con la leche de mami.

Ese mismo día me mandaron a la cama, pero yo había soñado con un parto natural, me había preparado para eso, así que como buena inconsciente que soy, me fui a casa, la limpié toda, caminé por el barrio y no paré de moverme hasta que vino el padre. Cocinó algo rico, y se tomó un vino (entero). A las pocas horas entré en trabajo de parto. Con mi marido medio borracho salimos al hospital. Jeremías nació a la misma hora que teníamos programada la internación.

Desde el día que nació, me propuse que Jere tenga una relación con su papá que fuera única… los dejé solitos desde que tenía un mes de vida. Me iba a ensayar, los dejaba de a ratos. Había momentos que sé que su papá me odió. Jeremías lloraba horas y él no sabía qué hacer. Pero no dijo nada, nunca. Solos, entre los dos fueron armando una comunicación que hoy, a tres años, es maravillosa.

Dicen que la familia cuando empieza a conformarse es como una copa, el papá contiene y adentro están la mamá y el bebé. Si la mamá no comparte el papá se queda afuera. Yo decidí que eso no era justo ni para mi hijo ni para su papá. Sé que hay muchos papás que no colaboran, no se involucran, también sé que hay muchas mamás que no quieren que nadie entre a esa copa y les saque a su bebé.

Hoy estamos a punto de cumplir 3 años, él de vida, yo de madre. Creo que la mejor decisión que tomé en este tiempo fue ayudar a Jeremías a que genere un vínculo especial con cada una de las personas que conforman con su familia. Es muy trabajoso, no siempre contamos con las familias que queremos. Pero cuando me siento con él a conversar identifica a cada uno (tio, tia, abuelos, etc) con una actividad. Tiene a la mitad de la familia repartida viviendo en otros lugares del país y del mundo. Pero aún así trabajamos para que de algún modo estén en su vida, formen parte de él.

En fin… esta es una deuda que sentía que tenía con todas las mamás que me leen y con las que comparten parte de su vida conmigo para formar este maravilloso espacio.

2 comentarios:

  1. Hola, qué bueno leerte como Mariel! siempre está esa curiosidad por la mujer detrás del personaje :) lo que quisiera saber es la historia de "Madre primeriza", dónde puedo leerla?

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  2. Si cada persona es una historia, cada mujer madre es un entramado de historias q se dibujan y desdibujan en un mar de sentimientos encontrados. Desde q soy madre, mi sensibilidad aumentó, y también la empatía hacia otras madres. Cuántas cosas en común compartimos!!! Me quedo con la metáfora de la copa... Ojalá fuera así; es como vos decís, nadie puede elegir la familia q le toca y uno va por la vida haciendo lo q puede... Hermoso el vínculo q tenés con tu hijo, y ese varonil vínculo q te encargaste tenga con su papá!!!!

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