jueves, 9 de agosto de 2012

Sol y Agustín


Aunque no hacía mucho que se había hecho señorita, Sol a los 13 ya era toda una mujer. Y con esto no me refiero a lo que implica hormonalmente sino a que a esa edad Sol ya tenía responsabilidades de adulta. Su papá se había suicidado cuando tenía 11 años y su mamá sufría inestabilidades laborales y emocionales que la hacían tambalear a la hora de cuidar de sus tres hijos. Así que se acostumbraron a vivir un poco con sus abuelos y un poco con ella. Si la relación madre – hija suele ser un tanto conflictiva en la adolescencia se imaginan que peor era en una situación como ésta en donde muchas veces comían porque la hija era quien aportaba.
A diferencia de cualquier adolescente, Sol se levantaba temprano para ir al colegio, salía, almorzaba y entraba a la sandwicheria hasta las 21 hs. Por eso, dice, cuando nació Agustín no sintió que le cambió tanto la vida, porque su vida ya no era la de una niña.
Ella lo reconoce, se quedó embarazada por no cuidarse bien, al menos ella en ese momento no sabía que el método que usaba el chico con el que estaba no era seguro y cuando la ginecóloga le explicó que su atraso podía deberse a un embarazo no dudó un segundo en que ya había vida en su vientre.
Pero no fue fácil aprender a cargar con esa vida porque su mamá la había tenido a los 17 años y sentía que si le pasaba lo mismo a su hija no iba a ser bueno. Pero como esa decisión es tan personal Sol decidió seguir con el embarazo cueste lo que cueste. Así que fue en busca de su abuela quien la ayudó a hacer los trámites para que le den la custodia a ella por temor a que si se quedaba con su mamá la obligara a abortar. Cuenta Sol que fue una semana muy complicada, primero porque a esta altura ya estaba de poco mas de tres meses y la panza empezaba a asomar y segundo porque tenía que esconderse el fin de semana anterior a que la orden judicial llegara a su casa para que su madre no hiciera nada antes. El mayor miedo de Sol era que le sacaran a su bebe. Así que hasta que esa orden no llegó la panza no salió. Después de ese fin de semana Agustín se habría sentido liberado y apareció en todo su esplendor...
Cuando todo estuvo claro habló con el papá del bebé quien a pesar de las dudas le dijo de irse a vivir juntos. No eran novios, casi no tenían un vínculo así que si ahora habia una vida que los unía no era necesariamente para obligarse a aprender a quererse. Asi que Sol le propuso compartir todas las responsabilidades pero con la libertad de que cada uno continuara con su vida. Al padre esa idea no le gustó así que en lugar de buscar otras formas desapareció hasta que el bebé estuve fuera de la panza en el hospital. ¨Él llegó, lo miró en la cuna y se puso a ver la tele que estaba en el cuarto¨ recuerda Sol. Por cuatro meses no tuvo más noticias. Un día apareció en la casa donde vivían, ¨lo sentó a upa en la pierna y se puso a mirar tele mientras Agustín lo miraba y le hacía sonrisas¨. Acto seguido Sol se fue a darle el pecho al gordo y cuando volvió se encontró con una bolsa de pañales y $20 en la mesa. Nunca dijo para qué, ni siquiera cuando ella lo llamó para pedirle una explicación. Tampoco volvió a aparecer.
Un día, jugando en la plaza con sus 3 añitos, Agus miró a Sol y le preguntó por el papá… ella sin muchas vueltas le dijo que trabajando y quedó ahí la conversación. Desde que entró al jardín, Sol se obsesionaba por no mandarlo a la sala los días previos al festejo del día del padre para que no sufra por no tener a quien dedicarle el regalo. Pero en sala de 5 comenzando las clases le tocó armar un trabajo sobre como estaba constituida su familia, hasta entonces Maxi (pareja de Sol) era solo Maxi. Pero ese día Agustín quiso cambiar el trabajo y poner en lugar de Maxi: papá. No sabemos que conversaron ambos hombres en la habitación pero a partir de ese día Maxi dejó de ser Maxi para ser Papá Maxi.
Pero al llegar el hermanito las preguntas no se hicieron esperar: ¿Y ahora lo vas a querer más a él porque él es tu hijo de verdad y no como yo? ¿A quién me parezco? A mi me gusta la música ¿a mi papá también le gustaba?
Preguntas difíciles de contestar para un adulto y difíciles de entender para un niño, sin dudas el amor no es igual, aunque tus hijos sean biológicos o no, no los querés a todos por igual porque cada uno es especial, pero cuando uno de tus hijos es tu hijo del corazón ¿cómo explicar esa diferencia en el amor por elección?. Cçomo darle las respuestas a la búsqueda de identidad biológica y cómo llenar el vacío de ese papá que fue elegido por su hijo pero que teme que en algún momento ese amor se desdibuje atrás de la genética.
Agustín es un hombrecito maravilloso, es un sol, es dulce y así como Sol tenía la certeza que ese hijo tenía que nacer más allá de todas las condiciones adversas, yo tengo la certeza de que también está en esta vida para enseñarles algo a su mamá y a su papá… a su papá de corazón. Y también a muchos otros hijos que teniendo un papá biológico presente los han corrido de sus vidas por los dolores que pasaron a causa de ellos.           

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